Nuevo edificio de aulas Betiko Ikastola. Leioa

Emplazamiento: Artatza Auzoa 84, 48940-Leioa

Año: 2016

Para el nuevo edificio de aulas se propone un edificio semienterrado que se integra en el entorno. Se proyecta un edificio compacto con una sección que se adapta al terreno para tener que excavar menos y abaratar en la cimentación. Para lograr este objetivo, la planta primera tiene una mayor profundidad que la planta baja que queda contra el terreno.
La planta primera del edificio se organiza con un distribuidor longitudinal que la divide en dos y otro pasillo perpendicular que la conecta con edificio existente. Mediante un lucernario superior y mediante amplias cristaleras en sus extremos la luz natural ilumina estos distribuidores llenándolos de vida y convirtiéndolo en el corazón del edificio. 
En planta primera, a ambos lados del distribuidor longitudinal se distribuyen las aulas. Se trata de un esquema de gran aprovechamiento y flexibilidad: en función de las necesidades de cada momento, con sólo mover los tabiques de separación se puede modificar el tamaño de las distintas aulas. Además si en el futuro fuera necesario aumentar el edificio, este esquema de pasillo central con aulas a ambos lados lo permite con facilidad.
En la esquina noroeste de la planta primera se sitúa el núcleo de comunicaciones verticales con la escalera y el ascensor. En la esquina noreste en cambio se sitúan los aseos e instalaciones

 

En esta planta baja se sitúan la biblioteca y el aula de educación plástica y visual que se dividen entre sí mediante un tabique móvil. Al plegarse el tabique  se unen las dos estancias en un solo local muy amplio y diáfano que puede servir para múltiples funciones.

 

ESTRATEGIAS DE SOSTENIBILIDAD:

Para lograr un edificio sostenible y energéticamente eficiente se buscarán, en primer lugar, estrategias pasivas en el edificio. Las medidas pasivas son aquellas que consiguen una reducción de la demanda energética del edificio, y afectan a la envolvente térmica del mismo, a las infiltraciones y  a las renovaciones de aire.

Para reducir la demanda energética, una estrategia eficaz es la ejecución del edificio semienterrado (1). Las pérdidas de calor a través del terreno son mucho menores que con el aire. El terreno a lo largo de todo el año se mantiene una temperatura con muy pocas variaciones lo que hace que, realizar el edificio semienterrado, suponga en invierno muchas menos perdidas energéticas y por tanto menos necesidad de calefactar el edificio. A su vez, en verano, se consigue el efecto contrario: al estar el terreno a una temperatura inferior a la del aire exterior el edificio se mantendrá más fresco.  

Se plantea, también, la ejecución de una cubierta ajardinada que, además de integrar el edificio en el entorno, proporciona un gran aislamiento térmico(2).

Al resto de la envolvente también se le dotará de un gran aislamiento poniendo especial énfasis en eliminar los puentes térmicos así como las posibles infiltraciones. Para ello, se plantea una fachada ventilada con gran espesor de aislamiento (3). Los acristalamientos también serán de alta calidad con vidrios bajo emisivos para reducir al máximo las pérdidas de calor a través de las ventanas (4).

Para reducir las pérdidas energéticas en la ventilación se dotará al edificio de un sistema mecánico con recuperador de calor (5). Un recuperador de calor es un equipo que permite recuperar parte de la energía del aire climatizado del interior de una estancia o local, a través del sistema de ventilación mecánica de dicho aire, mediante un intercambiador que pone en contacto el aire interior que se extrae con el del exterior que se introduce, sin que se mezcle el aire de los dos circuitos. En invierno funciona calentando el aire frío que entra del exterior, mientras que en verano permite enfriar el aire caliente del exterior, disponiendo además de unos filtros que reducen el nivel de contaminantes y mejorando considerablemente la calidad de dicho aire.

El distribuidor central del edificio, hace la función de un pequeño atrio la que facilita la ventilación cruzada en verano, refrigerando el edificio (6).

Se dota al edificio de mucha iluminación natural, lo que supone un ahorro en electricidad para la iluminación artificial. Para protegerse del deslumbramiento y el soleamiento excesivo en verano, se plantean contraventanas correderas de lamas orientables en las fachadas sureste y suroeste (7). Se plantean en distintos tonos de verde para integrar en el edificio en el entorno.

Mediante estas técnicas pasivas las pérdidas de calor serán muy pequeñas y por tanto, la energía necesaria para aclimatar el edificio será mínima, lo que supondrá, además de un ahorro económico, que las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero también sean las mínimas posibles.

 

Todas estas estrategias pasivas se combinarán con sistemas activos mediante instalaciones eficientes. Con la instalación de un sistema de climatización y una iluminación eficiente se obtendrá un edificio sostenible que será respetuoso con el medioambiente.